¿Cómo definiría la esencia y propuesta de valor de Inhala Hotel Garden frente a la antigua identidad del hotel?

La esencia de Inhala Hotel Garden nace de una transformación profunda en la forma de entender la hospitalidad. Frente a la antigua identidad, más funcional y tradicional, Inhala representa un nuevo concepto: un oasis de bienestar en pleno centro de Madrid. Y, curiosamente, el punto de partida fue nuestro jardín. Fue ahí donde comenzamos a reflexionar sobre el tipo de experiencia que realmente queríamos ofrecer. Nuestro pequeño pulmón verde en medio de la gran ciudad nos inspiró a repensar el hotel como un espacio de calma, conexión y propósito. Así, evolucionamos hacia una propuesta de valor donde el confort, el diseño consciente y el bienestar se integran para ofrecer algo más que alojamiento: una experiencia emocional y reparadora.

¿Qué análisis de mercado o tendencias detectaron que motivaron esta transformación de marca?

Hicimos un análisis del perfil del viajero y del huésped, especialmente a partir de los cambios que trajo la pandemia de 2020. Lo que observamos fue un giro claro, el viajero de hoy en día es más consciente, más exigente y busca experiencias diferentes. Ya no se conforma con un hotel bonito, ahora valora marcas con propósito, que conecten con sus valores, especialmente en temas como la sostenibilidad, el equilibrio emocional y el respeto con el entorno. También detectamos un crecimiento notable del turismo de bienestar, incluso en entornos urbanos como el nuestro, algo que antes se asociaba más con destinos rurales o de retiro. Esa fue una de las claves que nos impulsó a evolucionar, a transformar nuestra identidad para dar vida a Inhala, una marca que respira autenticidad, conciencia ecológica y una forma más sostenible de viajar.

¿Cómo se ha trabajado la nueva identidad de marca para conectar con el perfil de viajero actual en Madrid?

La nueva identidad de Inhala nació de una toma de conciencia muy clara. Un día nos dimos cuenta de que el mayor tesoro del hotel —nuestro jardín— estaba ahí, escondido, sin contarse ni compartirse. Era un espacio único, vivo, lleno de posibilidades y, sin embargo, no formaba parte del relato que dábamos a la sociedad. Esa reflexión fue el punto de partida de todo este gran proyecto.

A partir de ahí, decidimos construir una estrategia propia de sostenibilidad, real y con propósito. No queríamos seguir modas, queríamos ser coherentes con lo que somos y con lo que creemos. Así nació nuestra estrategia de sostenibilidad, GreenWall, una iniciativa en la que hemos estado acompañados desde el inicio por profesionales de GreenMe Consulting. El proyecto fue tomando forma poco a poco, y no solo como un cambio estético, sino como un símbolo de todo lo que queríamos transmitir: conexión con la naturaleza, equilibrio en medio de la ciudad y una nueva forma de cuidar y compartir los espacios que habitamos.

El camino hasta llegar a lo que somos hoy ha sido largo e intenso, un proceso de más de un año y medio en el que han estado involucrados muchísimos profesionales de distintas disciplinas: diseñadores, arquitectos, expertos en sostenibilidad, paisajismo y comunicación. Ha sido un esfuerzo colectivo del que me siento profundamente orgulloso y agradecido.

Y ahora, respondiendo a tu pregunta, tras explicar el origen del proyecto. La sostenibilidad es el hilo conductor de todo el cambio. Desde los materiales naturales hasta los servicios que ofrecemos, pasando por el diseño urban jungle y las experiencias conscientes que proponemos. Todo está conectado. Y lo más importante: todo habla el mismo lenguaje que nuestros huéspedes, ese viajero que busca marcas con alma, lugares con propósito y experiencias que dejen huella.

¿Qué tipo de experiencia busca ofrecer Inhala Hotel Garden al viajero actual que llega a Madrid?

Queremos que quien se aloje en Inhala Hotel Garden sienta que ha llegado a un refugio dentro del ritmo frenético de la ciudad. Una experiencia sensorial donde el descanso, el diseño y una hospitalidad familiar y cercana se combinan para ofrecer una estancia inmejorable. Buscamos ofrecer pequeños momentos que hagan del viaje una experiencia consciente y reparadora.

En un mercado tan competitivo como el madrileño, ¿cuál es el mayor diferenciador de Inhala frente a otras aperturas recientes?

Sin duda, el mayor diferenciador con el que contamos es la naturaleza viva dentro del propio hotel. Nuestro jardín colgante cuenta con más de 1.000m² de un ecosistema único, en el que flora y fauna conviven de forma orgánica, creando un ambiente que transforma por completo la experiencia del huésped. Somos capaces de integrar la naturaleza como parte esencial del bienestar. En Inhala Hotel Garden todo gira en torno a esta conexión real con lo natural. Tenemos un entorno que invita a respirar, a parar, a reconectar. Y eso, en pleno centro de Madrid, es verdaderamente mágico.

¿Qué papel juega la ubicación del hotel —en pleno centro de Madrid— dentro de su propuesta de valor?

La ubicación es clave, y en nuestro caso es una paradoja perfecta: estamos en el corazón de Madrid, pero al cruzar nuestra puerta, entras en un remanso de tranquilidad y naturaleza. Esa dualidad nos permite ofrecer lo mejor de ambos mundos, acceso inmediato a la oferta cultural, gastronómica y comercial de la ciudad, y al mismo tiempo, un espacio íntimo para desconectar, para respirar. Es una experiencia urbana muy excepcional.

¿Cómo se están posicionando ante el auge del turismo experiencial y el perfil de cliente que busca algo más que alojamiento?

Alojarse en Inhala Hotel Garden es, en sí misma, una experiencia. Apostamos por una comunidad de viajeros conscientes, personas que valoran los detalles y buscan algo más que alojamiento. Por eso, cuidamos cada aspecto, desde la música y sonidos que hay en todos los espacios, la ambientación de las habitaciones, hasta los aromas que envuelven las zonas comunes. Todo está pensado para generar una experiencia inmersiva, sensorial y con sentido. Una estancia que se vive y se siente.