¿Cómo describiría la situación actual de Cubiñá en el mercado de Barcelona? ¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades?
En el mercado de Barcelona, Cubiñá está en un punto y en un momento estratégico. Somos una referencia consolidada con más de 120 años de historia, pero también conscientes de que el mercado es dinámico y competitivo. Nuestro principal desafío es afrontar todos los nuevos retos que nos estamos proponiendo, sin perder nuestra esencia de calidad y diseño. La oportunidad está en crecer más allá de ser un showroom, convertirnos en un verdadero aliado de arquitectos, interioristas y clientes finales, ofreciéndoles soluciones completas, desde el mobiliario hasta proyectos totalmente customizados. Barcelona es una ciudad creativa por naturaleza, y Cubiñá tiene que ser el espacio donde esa creatividad se materialice y, en este sentido, la Casa Thomas es el marco ideal para ello.
¿Cuáles son los productos o servicios que más buscan sus clientes hoy en día?
Hoy, nuestros clientes buscan algo más que un mueble: buscan experiencias, funcionalidad y un diseño que les resuelva tanto lo práctico como lo emocional. Las cocinas, por ejemplo, están en auge, no solo como un espacio funcional, sino como el corazón del hogar. Además, la personalización y los proyectos integrales han cobrado mucho protagonismo. Los clientes quieren soluciones que reflejen su estilo, y ahí estamos nosotros para darles exactamente eso, sabiendo conjugar la oferta de nuestras más de 200 firmas representads con los trabajos customizados en nuestro taller, donde abarcamos tanto lo que es ebanistería, como metalistería, tapizados y pintura.
¿Qué novedades o proyectos tiene en mente para Cubiñá en el corto y medio plazo?
Uno de nuestros grandes proyectos es la nueva línea de negocio dedicada a cocinas y reformas con la exclusividad de Euromobil. Queremos poder dar soluciones también en este ámbito, apoyándonos en un departamento de proyectos que asesore tanto a profesionales como a particulares, tanto en la cocina como en la obra que puede conllevar. Además, seguimos trabajando en alianzas estratégicas con diseñadores y marcas que compartan nuestra visión, combinándolas con las opciones que nos ofrece también nuestra Oficina Técnica (hasta ahora solo para proyectos mobiliario) con este nuevo enfoque más holístico.
¿Cuáles cree que serán las tendencias futuras en diseño de interiores y cómo se adaptará Cubiñá a ellas?
Las tendencias apuntan hacia lo funcional, lo atemporal y lo sostenible. Hay un regreso a lo esencial, al uso de materiales naturales y a espacios que prioricen el bienestar. También veremos más tecnología integrada en los muebles y un enfoque cada vez mayor en la personalización. Cubiñá está lista para adaptarse porque nuestra filosofía siempre ha sido estar atentos a las necesidades reales del cliente, incorporando innovación sin dejar de lado la estética. En este sentido, las últimas incorporaciones de firmas con un ADN muy identificado con esta filosofía como son ARTISAN o LOUIS POULSEN que van de la mano de otras representadas como ANDREU WORLD, un partner histórico de Cubiñá que hoy en día puede presumir de ser la primera empresa de la industria que tiene todas sus colecciones con el sello Cradle to Cradle Certified®.
¿En qué segmentos interviene principalmente la división de Cubiñá Contract? ¿Cuál es su principal fortaleza desde su punto de vista?
Creo que nuestra principal fortaleza es nuestro nombre y la experiencia entorno al mismo. Nuestros más de 120 años en el mercado nos permiten poder decir sin reparos que tenemos expertise en absolutamente todos los mercados. En los últimos años hemos intervenido en muchos proyectos de hoteles y restaurantes pero, por otro lado, estamos interviniendo cada vez más en el segmento de los espacios de trabajo, con proyectos tan singulares como la nueva sede de LCI en Barcelona (11.000m2 proyectados por Circular Studio) o el Campus Administratiu de la Generalitat de Catalunya en la Zona Franca, proyecto liderado por Batlle i Roig.
¿Dónde le gustaría ver a Cubiñá dentro de cinco años? ¿Cuál es su visión a largo plazo para la marca?
Dentro de cinco años, me gustaría ver a Cubiñá como el primer lugar que venga a la mente de cualquier profesional o cliente en busca de un proyecto integral, innovador y con carácter. La visión a largo plazo es consolidarnos como un referente en diseño, no solo en Barcelona, sino también a nivel internacional, manteniendo siempre nuestra esencia familiar y cercana. Queremos ser una marca que aporte una experiencia global pero siempre cercana con todos y cada uno de nuestros clientes, quienes continúen teniendo el móvil personal de Edgar Cubiñá, por si surge cualquier incidencia.
