Con motivo del centenario del célebre artista guipuzcoano, Eduardo Chillida, el Hotel Maria Cristina, a Luxury Collection Hotel, San Sebastián presenta su nueva Suite Chillida, donde los huéspedes podrán sumergirse en el universo pictórico y escultórico del artista vasco.
La Suite Chillida refleja la majestuosidad y refinamiento del Hotel Maria Cristina, a Luxury Collection Hotel, San Sebastián, con una entrada decorada con elegantes molduras que se abren a la magnífica sala de estar con forma de óvalo. En ella, se descubren distintos elementos decorativos que respiran el genio creativo de Chillida, como una colección de imágenes personales del artista junto con algunas obras del artista como “La Nuit” (1995) o “Gurutze gorria II” (1984).
Decorada con una elegante gama de colores grises y beige, la Suite Chillida combina elementos originales de la Belle Époque con detalles como la majestuosa alfombra “Collage 1996” que ha cedido la firma Nanimarquina, así como cojines y una manta con los reconocidos motivos de la obra gráfica del artista que los huéspedes podrán adquirir en la web de Chillida Leku.
Continuando con el viaje por la Suite Chillida, se pueden encontrar los cuatro volúmenes de los libros “EDUARDO CHILLIDA OPUS”, así como otros de consulta como “ESCRITOS”, donde descubrir más a fondo el recorrido y obra de Eduardo Chillida
Con las vistas de su San Sebastián natal, el Hotel Maria Cristina, a Luxury Collection Hotel, San Sebastián homenajea con esta nueva suite al artista vasco más celebre del pasado siglo, sumergiendo a huéspedes y visitantes en un universo único de arte
Sobre Eduardo Chillida
Eduardo Chillida nació el 10 de enero de 1924 en San Sebastián. En 1943 se trasladó a Madrid para cursar estudios de Arquitectura, sin embargo en 1947 decidió abandonar la carrera para entrar a dibujar en el Círculo de Bellas Artes. Al año siguiente, se marchó a París dónde se inició en la escultura, exponiendo una obra en el Salón de Mayo. En 1951, tras su boda un año antes con Pilar Belzunce se instaló en Hernani donde descubrió el hierro, y realizó su primera obra en ese material, Ilarik. Tres años más tarde, tuvo lugar su primera exposición individual en Madrid en la Galería Clan y se inició en la obra pública con la colocación de las puertas de la Basílica de Aranzazu. En 1958 recibió el Gran Premio Internacional de Escultura de la 29 Bienal de Venecia, una puerta para recibir otros muchos premios a lo largo de su vida, de la Bienal al Kandinsky en 1960, del Wilhelm Lehmbruck, 1966 al Kaissering alemán en 1985, del Príncipe de Asturias en 1987 al Premio Imperial de Japón en 1991. Su obra está presente en más de 20 museos de todo el mundo, y se han celebrado exposiciones en diversas ciudades como Berlín, Londres o Nueva York.
En el año 2000 se inauguró el Museo Chillida-Leku, lugar donde actualmente descansa gran parte de su obra en diálogo continuo con la naturaleza.
Eduardo Chillida falleció el 19 de agosto de 2002 en San Sebastián sin ver concluido su gran sueño, el proyecto Tindaya, una obra pública en el corazón de la montaña.

